La limpieza de los filtros de partículas en los vehículos es una opción mucho más
económica e interesante que su reemplazo. Estamos hablando de una sustitución que puede costar entre 800
y 3000 euros, normalmente, según el modelo de automóvil afectado.
Sin embargo, diversos
talleres cualificados y tecnológicamente avanzados ofrecen este servicio con absolutas garantías
de eficacia y fiabilidad.
A continuación, te contamos qué debes saber sobre el mantenimiento de este
componente de tu coche.
Qué es el filtro de partículas
El FAP o filtro de partículas es un
elemento ubicado en el sistema de escape de los vehículos diésel. Su función es quemar las
partículas sólidas que estos motores generan, las cuales serán expulsadas junto a los gases de
escape. Todos los coches de este combustible fabricados desde 2011 están obligados a incluir este
componente.
Sin embargo, su presencia se ha convertido en una de las grandes preocupaciones
para los propietarios. Porque son elementos con fecha de caducidad y, cuando se obstruyen por las
partículas nocivas desprendidas, las consecuencias negativas son evidentes. Destacan, sobre todo,
la disminución del rendimiento del motor y el aumento del consumo de combustible.
En el
peor de los casos, fundamentalmente cuando no se soluciona a tiempo este problema, algunos
componentes del motor llegan a romperse.
Limpieza de filtros de partículas: ventajas y
métodos
Dos son los beneficios directos de la aplicación de procedimientos de limpieza a estos
filtros de partículas. Uno, el económico, ya se ha mencionado. Siempre va a resultar más económico
limpiar este elemento que reemplazarlo y reparar los daños ocasionados en el motor por su mal
funcionamiento.
Además, la facilidad y la economía de la limpieza incrementa la posibilidad real de
llevar a cabo estos tratamientos, incluso de forma preventiva. De esta manera, la vida útil del coche
y la seguridad de sus usuarios se prolonga y consolida.
Principales procedimientos de
limpieza
En la actualidad, conviven cuatro métodos principales para limpiar
filtros de partículas:
- Sistema térmico.
- Procedimiento de ultrasonidos.
- Solución
química. - Aplicación de maquinarias DPF.
El método térmico
comienza cortando el filtro en sus partículas. Después, se introduce en un detergente durante dos horas y se
limpia, seguidamente, a presión. El paso final es volver a soldarlo en su ubicación inicial. Una variante
frecuente es la colocación del FAP dentro de un horno, durante varias horas, a temperaturas muy altas. Es
cierto que se eliminan las partículas adheridas, pero implica el riesgo de ocasionar daños a las paredes por
tantísimo calor. No es un procedimiento idóneo, además, porque exige bastante tiempo y el uso consecutivo
de diferentes máquinas.
La segunda opción es una técnica basada en sumergir el filtro en una
lavadora de ultrasonidos. Sus transductores hacen vibrar al filtro que, afectado también
por una temperatura elevada, genera la implosión de los sedimentos. Este proceso se prolonga entre 20 y 40
minutos, si bien a continuación hay que aguardar al secado del FAP. La limpieza obtenida es válida, pero no
completa, y también requiere un proceso largo y el empleo de diferentes máquinas, lavadora incluida.
Otra posibilidad es la aplicación de aditivos químicos. Existen distintos productos que
generan reacciones diferentes y se aplican en modos específicos. Algunos se vierten en el depósito del
combustible, mientras que otros requieren extraer el FAP e introducirlo en el producto en algún contenedor
externo. El rango de precios es muy variado, pero en todo caso resulta rápido y económico. Con todo, su
eficacia no es la máxima.
La mejor opción
La cuarta posibilidad y, hoy en día, la más
avanzada y recomendable es el uso de máquinas DPF especialmente concebidas para
esta función. Las hay de distintos proveedores y características. A modo de ejemplo, considera que algunas
de ellas llevan a cabo esta limpieza en media hora, en los coches, y en hora y media en los camiones.
Más allá de esta rapidez, la fiabilidad del resultado obtenido es la máxima, motivo por
el cual se eliminan la totalidad de las partículas y los residuos acumulados.
La ventaja adicional es
que estos dispositivos llevan a cabo el trabajo de forma automatizada. Por eso, los
talleres optimizan su trabajo al emplearlas: los profesionales solo deben situar el filtro en la máquina,
encenderla y retirarlo para volver a colocarlo una vez finalizado el proceso.
En Turbocas, contamos con la lavadora de filtros DPF Revival CTW2000. Es uno de los
equipos tecnológicos más avanzados del sector, pues cuenta con una eficacia del 99 %. A modo de
referencia, ten presente que la limpieza con ultrasonidos alcanza una eficacia del 65 % y, la térmica, del 60 %.
Con esta lavadora prestamos este servicio a toda clase de vehículos, tanto turismos como
maquinaria industrial. El método aplicado alterna la limpieza con flujos alternativos de aire caliente a presión
y con agua.
En definitiva, no te arriesgues a una potencial avería del motor por descuidar tu FAP.
Apuesta por la limpieza de filtros de partículas en talleres especializados como Turbocas.